Entre agosto del año pasado y enero del corriente, una estudiante del último año en Comunicación Social realizó un intercambio académico en la Universidad Estadual Paulista "Julhio de Mezquita Filho". El Área de Comunicación Institucional de la FCE obtuvo la siguiente entrevista.
Diana Deharbe tiene 23 años y es estudiante del último año de la carrera de Comunicación Social en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos.
El 1 de agosto de 2011 partió a Baurú, ciudad del Estado de Sao Paulo (Brasil), para realizar un intercambio académico en la Universidad Estadual Paulista “Julhio de Mezquita Filho”.
Regresó a Argentina en enero del 2012 y a su retorno compartió sus vivencias en una entrevista que mantuvo con el Área de Comunicación Institucional de la FCE.
- ¿En qué marco viajaste?
- Viajé en el marco del Programa Escala -de Movilidad Estudiantil- de la Asociación Universitaria Grupo Montevideo (AUGM), que es un programa del cual participan muchos países de la región, tales como Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay, Brasil y Argentina.
- ¿Qué características tiene este Programa?
– Busca promover la movilidad de estudiantes. La selección de quienes viajan la realiza la Universidad, pero en general debés tener cierta cantidad de materias aprobadas y un cierto desarrollo académico. En mi caso yo creo que lo que más pesó al momento de la selección fue la trayectoria que yo hice acá en la universidad.
– ¿Vos elegiste la plaza en la cual querías estar?
– No. La reciprocidad del programa está dada en que si viene un estudiante de Brasil a la Universidad tiene que ir otro de Argentina. Uno siempre va becado. Yo fui a la Universidad Estadual Paulista “Julhio de Mezquita Filho” (UNESP) y ellos me pagaron 60 reales por mes, durante cinco meses. La Facultad de Ciencias de la Educación me dio un monto de plata para pagar los pasajes.
- ¿Qué te atrajo de la posibilidad de intercambio en Brasil?
- Siempre fui una persona que me gusta viajar y estar en la cultura de “ese otro lugar”. Dos chicos de la UNESP -Brasil- que han venido a Paraná son amigos míos. Ellos vinieron el semestre antes que yo viajara y hablando con ellos me entusiasmé. Siempre quise viajar y conocer y por eso me postulé. Y opté por Brasil porque yo creo que hay una parte mía que esta allá. Yo volví pero sé que dejé la mitad de mi otro ser allá, o que en una vida pasada fui brasilera. También me interesó la cuestión esta instancia como una oportunidad de aprendizaje del portugués.
- ¿Cómo fue la vida académica?
- Yo cursé en la carrera de Journalismo que ellos hacen en cuatro años. Como yo era una alumna del último año de la carrera no tenía tantos problemas con las equivalencias y me dediqué a hacer cosas que no tenía la oportunidad de hacerlas acá. Tomé “aulas” -es decir clases- de periodismo y relaciones públicas. Hice Periodismo Digital, Asesoria de Comunicación, Journalismo Impresso II y Journalismo Especializado II.
- ¿Cuáles son las exigencias académicas que plantea el intercambio?
- El convenio dice que el intercambista tiene la obligación de cursar y aprobar tres materias en la facultad de destino. Yo cuando llegué elegí siete y terminé haciendo cinco, con el régimen de cursado como en cualquier facultad, aunque allá no se rinde exámen final en ninguna de las materias: o las promocionan mediante trabajos o las promocionan directamente con el cursado.
– ¿Qué aprendizaje fue el más intenso, más allá de todo lo mencionado?
– Yo me traje un idioma que no lo conocía, que es el portugués, que lo aprendí en el día a día. Conocí lo que es la comunicación a través de la música y me vinculé con otro círculo académico que no es el mío. Valoro cosas que ellos tienen y valoro cosas que yo tengo. Por ejemplo volví valorando la base humanística que tiene nuestra Facultad. El plan tendrá sus pro y sus contras pero tiene una base humanística que te permite otras miradas.
El diálogo con Diana fue mucho más extenso. En el mismo narró su participación en eventos académicos, como fueron un seminario de "Sexualidad y Género", la semana del periodismo y el Simposio Internacional de TV Digital en el cual estuvo invitado el argentino Martín Becerra, a quien tuvo la oportunidad de conocer.
En la conversación también destacó las características y la impotancia que tiene la movilidad académica en Brasil: "Mucha gente sale de Brasil a hacer intercambios o posgrados en otros países. Cuando salen plazas de intercambio se abren varias y a casi todos países de lo que es latinoamérica. Para Chile y Argentina siempre hay", comentó.
Finalmente, al referirse al sistema de educación superior de Brasil Diana relató que allí los alumnos ingresan a los 18 o 19 años y se reciben a los 21, 22 ó 23 y expresó que todos empiezan y terminan juntos. En este mismo sentido narró los rituales que existen en la Universidad, para los alumnos ingresantes.
El ingreso a la facultad no se paga -dijo en otro tramo de la entrevista- pero ingresar es complicado y para ello se empiezan a preparar en el último año del secundario, para hacer el vestibular. Se preparan para rendir el exámen de ingreso a la Facultad que, dependiendo la carrera que quieran hacer, tiene un puntaje. "Lo caro es la preparación para el vestibular, ya que deben hacerlo en institutos", indicó. Además agregó que para ingresar hay cupos, de manera que sólo entran los que tiene los mejores promedios.
La actividad política es prácticamente nula -remarcó- y las aulas, es decir la infraestructura es de primera. Tienen aire acondicionado, laboratorios de computación y muchas becas. "Es otra tradición académica, interesante pero muy diferente a la dinámica argentina", concluyó.
* Entrevista realizada por Belén Cacik.
www.fcedu.uner.edu.ar/noticia/relatos-de-una-experiencia-de-intercambio-academico-en-brasil
