El escritor Pablo Katchadjian ha sido procesado por “defraudación” luego que un peritaje comparó su libro con el original de Borges. “El Aleph” es motivo de pleito y Katchadjian podría ir a juicio oral.
Procesan al autor de El Aleph engordado por "defraudación". Fue después de un peritaje que comparó el libro de Pablo Katchadjian con el original de Borges; la causa la inició María Kodama hace cinco años y el juez desestimó que se tratara de un "experimento"
En agosto del año pasado, la Justicia había decidido hacer un peritaje entre "El Aleph", el cuento de Jorge Luis Borges, y El Aleph engordado para determinar si Pablo Katchadjian había alterado o no el texto original.
Entonces habían transcurrido ya cuatro años desde que se inició la demanda por plagio, y todavía otro año más pasaría hasta que se conocieran los resultados de ese peritaje. Pero ayer, finalmente, se dictó el procesamiento de Katchadjian. El fallo que firma el juez en primera instancia Guillermo Carvajal es terminante: "Tengo por acreditado que Pablo Esteban Katchadjian defraudó los derechos de propiedad intelectual que le reconoce la legislación vigente a María Kodama -viuda de Jorge Luis Borges- en relación con la obra literaria «El Aleph»". Y más adelante también: "Surge en forma palmaria la alteración del texto de la obra de Borges por parte del evaluado, dejando caer por tierra el descargo intentado por este último, en cuanto pretende explicar que la publicación de El Aleph engordado obedece simplemente a una experimentación literaria". Sobre este punto, Fernando Soto, abogado de Kodama, dijo ayer a LA NACION: "Katchadjian dice que fue un experimento, pero no fue ningún experimento. Copió y adulteró".
El fallo señala además que el hecho de que Katchadjian no pretendiera beneficiarse económicamente no es pertinente porque "el perjuicio económico no tiene por qué existir en los delitos contra los derechos intelectuales". Soto cree, sin embargo, que Katchadjian obtuvo, si no dinero, por lo menos notoriedad.
Antecedentes
La historia se remonta a 2009, cuando la editorial Imprenta Argentina de Poesía publicó el libro de Katchadjian El Aleph engordado. El procedimiento del autor consistía en agregarle palabras o frases al original, es decir, "engordarlo". A partir de allí, el Dr. Soto, en representación de Kodama, titular de la propiedad intelectual de la obra de Borges, inició en 2011 una causa por plagio. El abogado de Katchadjian, el también escritor Ricardo Straface, había alegado que se trataba de un "experimento literario" y ofreció incluso testimonios de otros escritores y críticos. Eso determinó el inicial sobreseimiento, pero la Cámara de Casación revocó esa decisión y ordenó la continuación del proceso. Por fin, el mismo juez Carvajal citó en indagatoria a Katchadjian, lo que derivó en el procesamiento sin prisión preventiva por considerar que su conducta fue apropiarse de la propiedad intelectual de Borges. Luego este procesamiento quedó. Hasta ayer.
La causa de Kodama contra Katchadjian movilizó a algunos escritores argentinos. En su momento, hacia julio de 2015, se realizó en la explanada de la Biblioteca Nacional, dirigida entonces por Horacio González, un acto de apoyo a Katchadjian con la participación de varios escritores locales, entre ellos César Aira, Jorge Panesi, María Pía López, Claudia Piñeiro, Damián Ríos y Carlos Gamerro. La mayoría de ellos optó por no manifestarse sobre este revés, salvo Luisa Valenzuela. La autora, a cargo del PEN, señaló que "no está del todo bien lo que hizo, porque entiendo que hubo un pequeño abuso de confianza de su parte y que debería haber pedido permiso para usar los derechos. También creo que tendría que haber hecho una diferenciación tipográfica". Aclaró sin embargo que, "se debe rever la legislación porque es de otra época y no contempla la sátira ni el juego. En ese mismo acto en la Biblioteca Nacional, el propio Katchadjian dijo que su libro no era "un chiste". Tampoco el juez Carvajal creyó que lo fuera.
El nuevo procesamiento que se conoció ayer, y que deriva del peritaje, presenta un nuevo escenario. Soto recuerda que se le ofreció a Katchadjian la compensación de "un peso" y que él se negó. Ahora el autor argentino podrá apelar el procesamiento, y si esto no prosperara irá a juicio oral. Además de dictar el procesamiento sin prisión preventiva, el juez trabó un embargo por treinta mil pesos.
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Publicado 24/11/2016