"Creemos que es importante darnos un espacio para compartir las diversas experiencias que a nivel individual y colectivo se están dando en la ciudad y la región, que nacen y se desarrollan con el objeto de generar alternativas a las relaciones sociales y productivas que el sistema impone".
Así resume sus objetivos la Feria del Libro Independiente y Autogestiva FLIA Rosario, que ya lleva todo un camino transitado "desde la horizontalidad, la felicidad y la autogestión" y está lanzando una convocatoria abierta a organizar su tercera edición en dos años.
Editoriales independientes, fanzines, publicaciones alternativas, revistas, escritores que se autoeditan, encuadernadores, fotógrafos, ilustradores, artistas visuales, poetas, músicos, cineastas, historietistas, huertistas, colectivos de difusión, radios y distribuidoras son algunos protagonistas de esta amplia movida, que incluirá teatro y charlas. "Se viene", comienzan los mensajes de correo electrónico que invitan a sumarse escribiendo a fliarosarina@gmail.com y acercándose a las reuniones semanales.
Surgida a nivel nacional en Buenos Aires hace cinco, la FLIA pronto contagió "su espíritu festivo de autoorganización" hacia otras ciudades latinoamericanas como Santiago de Chile, La Plata, Resistencia, San Marcos Sierras, Córdoba y Rosario. En abril del año pasado, con 26 puestos y con editores independientes que viajaron desde Buenos Aires y otros lugares, FLIA Rosario salió a la plaza San Martín (Córdoba y Dorrego) como el brazo cultural de la 2ª Feria Nacional del Comercio Justo.
Allí, durante dos días, la Primera Feria del Libro Independiente y Autogestiva no sólo ofreció buenos libros que tenían la calidad amorosa de lo que no se rige por la lógica del lucro, sino que constituyó un lugar de encuentro entre pares inquietos. Hallazgos literarios y ediciones de poesía encuadernadas artesanalmente convivieron con obras políticas urgentes y recitales de música. La idea es que la obra (literaria, científica, musical, artística) no sea una mera mercancía ni el lector un mero espectador que la consume, sino un partícipe activo que trama redes y construye proyectos; que la FLIA "no esté circunscripta sólo al universo de las publicaciones sino a todo aquel trabajador de la cultura que se asocia con alguien y trabajan de igual a igual", como dijo uno de los editores de Ultimo Recurso (editorial impulsora del proyecto) en aquella ocasión. Una experiencia transformadora que ya tuvo su segunda edición en septiembre, donde dio origen a un Taller de Autopublicación. Y ahora va por más logros solidarios. Más en http://fliarosario.blogspot.com.
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